sábado, 14 de abril de 2007

Límites de velocidad



No sé si es una sensación personal, pero últimamente estoy comprobando que el cumplimiento rígido de los límites de velocidad en carretera, autovía y autopista provoca, entre otras situaciones, unos curiosos y peligrosos rebaños sin apenas distancias de seguridad.

Por ejemplo, varios vehículos salen de un peaje, todos se ponen a 120 en cuanto pueden. Consecuencia: caravanita porque todo el mundo es muy respetuoso, al menos durante unos cuantos kilómetros.

Un camión y un aviso de radar, otra caravanita hasta que alguien pierde la paciencia.

Un adelantamiento a velocidades legales en autopista a un vehículo que va un pelín más lento; adelantamiento eterno y otra vez un rebaño en cuanto son varios coches, furgonetas, autobuses, etc. Ni qué decir cuando hay una patrulla de la GC.

El cumplimiento milimétrico de los límites empieza a extenderse, sobre todo en fines de semana y operaciones salida y retorno, cada vez hay más miedo a la multa, a los puntos, cada vez más limitador de velocidad, más control de crucero, etc.

Resulta molesto y peligroso siempre, pero en moto mucho más y, al final, la tendencia natural es ir siempre un poco más rápido que los demás precisamente por seguridad.

¿No pensáis que con un margen de tolerancia mayor, hasta los famosos 140 en autopista por ejemplo, incluso aunque sólo fuera en los adelantamientos, podría haber algo más de variedad en las velocidades y que esas caravanitas domingueras se desharían con mayor facilidad?

Antonio Sanjuán

1 comentario:

Marco Moreno dijo...

Gracias Antonio por tu post, me parece muy bueno