Los radares no logran reducir los accidentes en el puente del Centenario (Sevilla)

Con el fin de combatir los excesos de velocidad, reducir el número de accidentes y mejorar la fluidez de la circulación por el puente del Centenario, la Dirección General de Tráfico instaló el 1 de marzo de 2005 radares en ambos sentidos, sin que hasta el momento éstos hayan logrado reducir significativamente el número de accidentes con víctimas en ese punto negro de la SE-30.
Así, del 1 de marzo de 2005 al 1 de marzo de 2006 se produjeron diez accidentes con víctimas en el puente del Centenario, la misma cifra que en el mismo período de 2006 a 2007, según fuentes de la Jefatura Provincial de Tráfico de Sevilla, al frente de la cual está José Luis León.
Los radares no parecen ser disuasorios para los miles de conductores sevillanos que cada día atraviesan el puente del Centenario en sentido a Cádiz o Huelva. Al menos eso se deduce de las estadísticas, que apuntan a que el número de accidentes anuales con víctimas se mantiene en diez desde que se instalaron los cinemómetros, si bien el número de heridos leves parece reducirse en casi un 40%, lo que puede deberse a la reducción de velocidad.
Este puente se ha cobrado la vida de seis personas en accidentes de tráfico desde 1993. La última víctima mortal se registró en el año 2003, cuando el número de accidentes llegó a la veintena, los heridos graves fueron seis y 32 los heridos leves.
Más del 40% de los accidentes en el puente del Centenario son alcances y más del 35% son colisiones múltiples o en caravana. En menor medida se producen choques con muros o edificios, salidas a la izquierda, colisiones fronto-lateral, etcétera.
Hasta la instalación de los radares, una media de 600 vehículos circulaban cada día por el puente del Centenario al doble de la velocidad permitida, es decir, 120 kilómetros por hora. Una vez que se instalaron los cinemómetros, la Dirección General de Tráfico llegó a denunciar a más de 3.000 conductores diarios , cifra que bajó a mil diarios cinco meses después de que comenzaran a funcionar los radares.
El puente del Centenario, que incluye los puntos kilométricos 10 a 12 de la SE-30, figura cada año en la lista de puntos negros de la provincia de Sevilla. El hecho de que tenga no tenga arcenes garantiza un atasco cada vez que se produce un alcance o una colisión múltiple en el puente, ya que inhabilita automáticamente uno de los carriles. Una simple avería de un vehículo en el puente puede provocar el caos en los accesos a Sevilla, originando retenciones kilométricas. El último accidentes se produjo el 19 de marzo de 2007, cuando chocaron tres camiones en el puente del Centenario, «emparedando» dos de los vehículos al tercero, de menores dimensiones y en el que los ocupantes quedaron atrapados entre el amasijo de hierros.

Fuente: abc.sevilla